Verano en Cercedilla
Que pasar el verano en Cercedilla es una maravilla no es nada nuevo. De hecho, Cercedilla nació como un lugar en el que hospedarse al transitar por la calzada romana Via Antonina, por la que hoy todavía podemos caminar.
Más adelante, se convirtió en lugar de esparcimiento real, cuando en el s.XVI Carlos V cazaba en sus bosques, y en los siglos siguientes fue incrementándose su posición como lugar de paso entre Segovia y Madrid.
Pero no es hasta principios del s.XX cuando Cercedilla se convierte en un referente de ocio: es descubierta por excursionistas de renombre, figuras de la cultura madrileña que valoran la increíble naturaleza de la zona y comienzan a popularizar las estancias vacacionales en el pueblo.
La línea ferroviaria Madrid-Segovia hace parada en Cercedilla, lo que facilita el acceso desde la ciudad, tal y como sucede hasta hoy mismo.
Con este nuevo escenario, y a partir de ese momento, Cercedilla es un lugar que en verano acoge a sus vecinos estivales (algunos tan ilustres como Sorolla o Ramón y Cajal), ya sean visitantes o propietarios de segundas residencias.
Así que desde entonces en Cercedilla se ha ido consolidando una oferta muy atractiva de actividades para disfrutar del fresco de la sierra y de sus increíbles paisajes y entorno natural.
Hay rutas de senderismo por todas partes, algunas famosas desde hace años, y para todos los niveles y gustos. Las hay para montañeros expertos, como Siete Picos, pero también muchas sencillas para hacer incluso con niños.
En la web del Ayuntamiento de Cercedilla hay información sobre las más conocidas, como el Camino del Agua, El Camino Schmid o la Senda Puricelli.
Y por si fuera poco, hay además unas piscinas naturales estupendas para aliviar el calor muy en serio (el agua es de manantial y está helada), en un paisaje que te deja con la boca abierta.
Así que os animamos a no perderos el verano de Cercedilla, con una parada en Dame la Brasa para reponer fuerzas con una deliciosa barbacoa y una cerveza fría. ¡Aquí os esperamos!