Cambio rascacielos de Nueva York por pino de Cercedilla

Cuando hemos leído esta frase de Gloria Fuertes, hemos pensado que en Dame la Brasa lo que hemos hecho ha sido traer un poco de Estados Unidos a Cercedilla, en forma de gastronomía. Y que efectivamente, los pinos de Cercedilla son alucinantes y pueden perfectamente competir con cualquier rascacielos que se les ponga por delante.

Que Dame la Brasa esté en Cercedilla es el fruto de una larga búsqueda del lugar que nos tocara el corazón. Cuando tu propósito es construir a largo plazo y tu proyecto, más que un negocio, es una forma de vida, es importante conectar con la ubicación. Queríamos que fuera en la Sierra de Guadarrama, donde hay una tradición importante de carne de calidad, y donde los ritmos no son los de la ciudad.

Porque el mundo de la barbacoa es “slow”, y es algo que deseábamos transmitir con el espacio. La barbacoa es compartir, es disfrutar con las personas que quieres, es crear comunidad alrededor de la experiencia de un tipo de comida que resulta de un proceso lento y artesanal.

Así que al llegar a Cercedilla, fue difícil resistirse. Un pequeño pueblo con una tradición montañera centenaria, y con una historia que se remonta a época romana, de la que da testimonio la calzada, una de las rutas más populares. Cercedilla ha sido lugar de paso de comitivas de reyes, inspiración para artistas, la Suiza de Madrid, cuna de campeones olímpicos… hasta hoy mantenerse como uno de los pueblos más encantadores del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Conectado con Madrid por tren (Dame la Brasa está junto a la estación, que tiene el aire de esos apeaderos de pasado romántico), es la puerta a la montaña, ya que de aquí sale el tren a Cotos.

 

Los fines de semana Cercedilla se llena de excursionistas y montañeros que emprenden sus muchas rutas, desde fáciles para ir con niños hasta sólo aptas para profesionales. Puedes venir muchas veces, pero nunca dejas de descubrir nuevas formas de conocer este entorno verde e impresionante.

Cercedilla, no te cambiaríamos por ningún pueblo de Texas o de las Carolinas.

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